"El Padre nunca te ha juzgado, ni en éste ni en ningún otro momento que hayas vivido. Él ha sido tù y la plataforma de vida sobre la cual has expresado tu propio Yo, divino y con un proposito. Èl te ha dado la singularidad de tu propio ego y la voluntad libre para convertirte en cualquier cosa que desees, para percibir la fuerza que èl es, de cualquier manera que escojas percibirla."